Yo

sábado, 7 de mayo de 2011

Jimi Hendrix Purple Haze

Whisky doble

Rodeada de gente y al mismo tiempo sola en el espacio/tiempo. Se encontraba en la pista. Inmóbil. La gente bailaba a su alrededor. A cualquier cosa le llaman bailar. Como locos poseídos por un ataque etílico. Bebían como cosacos, intentando batir el récord "del colega más cercano que llevaba 5 cubatas y se mantenía en pie al lado de la barra". Intentando aparearse de la manera más cutre jamás intentada... "morena.." Sin comentarios.

Gentuza acumulada en una misma superfície rectangular. Difícil el separar para reciclar determinada basura. Abstraída de cualquier realidad. Aún se preguntaba cómo había llegado a semejante concentración de unineuronales. La culpa la tenía su amiga, que lejos de su forma de pensar, había necesitado deshinibirse después de encontrar a su novio con otra en la cama. Mal trago. Ayuda en todo caso. Pero ése no era su lugar. Si en ése preciso momento hubiera dispuesto de una katana, quizás hubiera bailado cierta danza que ocasionara la amputación de ciertas extremidades y de sangre a raudales... Una masacre. Quizás entonces se aproximara a la barra y pidiera un whisky doble. Y se sintiera desahogada. Pero no era el caso.

Miraba a su amiga pensando "¿Cuánto va a durar ésta agonía?" pero su amiga parecía no tener respuesta, andaba flirteando con cualquiera que se mantubiera cerca. Despecho. Rencor. Se sucedían las imágenes en su cabeza de dicha situación. Hubiera sido mucho mejor haberle cortado la polla.
Se dirigió a los lavabos. Aún rezumbó su pregunta con más fuerza en su cabeza al escuchar determinadas frases vomitadas de aquellas bocas pintadas de un puto carmín barato, rojo intenso. "Creo que ésta noche mojo seguro...". ¿Cómo no vas a mojar zorra? ¡Tus bragas ya están mojadas de magrearte por toda esa masa unineuronal! Diós! (e.p.) ¡Quiero salir de aquí! Sus miradas se volvieron hacia ella, repasándola de arriba abajo. Habían necesitazo un cañonazo de maquillaje para tapar aquellos caretos denigrantes. Nauseabundas. Putas baratas maquilladas dándose a conocer de la manera más arrastrada que puedas entender. Al salir volvían como perras a forma de coro con todos aquellos muñecos michelín, al que pinchas con objeto punzante y se desinfla como globo aerostático.

Volvió al lado de su amiga. Ésta borracha, sollozando en la barra. La agarró por los hombros y se la llevó, procurando no decapitar con la mirada a cada cerdo que las miraba. Una vez fuera pudieron respirar. Una por sentirse mal, y la otra por la necesidad de liberarse de tanta mediocreidad.
Volvieron a casa, la tumbó en la cama. Dormida sin remediarlo, le quitó los zapatos. La acomodó y la tapó con una manta. Marchó observándola, recordando su dolor. Pobre Laura.

Caminó hacia la cocina, cogió de la nevera una cerveza fría. Y bebió. Pensando. Recordando. Recordando para olvidar el maltrago pasado. Las ganas de vomitar que sintió en un momento determinado. Por no poder situar su cuerpo en aquél infierno formado por ignorantes de sí mismos y de la capacidad mental a la que se verían recluidos sin el intento de desarrollo. Jodidos analfabetos. Jodidos anormales mentales. Jodidos estamos rodeados de todos ellos. Jodido purgatorio en el que se encuentraba.

Menos mal que ya estaba en casa.. y tragó.








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