Yo

jueves, 31 de marzo de 2011

Rabia

Harta de mi vida. Harta de lo que tengo que aguantar. Harta de dolores de barriga, de pérdida de apetito y de no poder descansar. Ésa rabia que me apodera y no me deja respirar. Que me hace apretar los puños hasta no poder más. Nervios que me provocan ganas de vomitar. Siento correr mi sangre a tal velocidad que creo que voy a estallar. Mis latidos se aceleran, ya no puedo más. No controlo mi cuerpo, crisis de ansiedad. Sobrecarga de energía. Lo malo es que ésta es negativa. Evadirme necesito, sin más. Cojo aire, expiro. 3 o 4 veces más. Respiro. Pero el malestar no se va. Dolor en el pecho, un abismo en mi interior que controlar no puedo. Sensación de mareo. Aturdida en todo momento. Inerte de la existencia del entorno en el que me rodeo. La cabeza no deja de pensar... palabras, gritos, insultos.. reproches de una vida. Todo ello un mal asunto. Poco poco empiezo a controlar. Mi pulso apacigua, la sensación de giros en mi cabeza se ralentiza.  Segundo a segundo vuelvo a ser yo. Minuto a minuto recobro las riendas de una alma que lo único que procuraba hasta ahora era estar en calma. Procuro pensar..sollozos se colapsan, intentando exteriorizar, toda rabia, toda pena que puediera sentir jamás. Las lágrimas no dejan de resbalar, caídas irremediables hasta el suelo encontrar, una tras otra, continúan y continuarán. Por lo menos desaparece ése dolor que interiorizado en mí está y en momentos así, camuflado aún así, muy a mi pesar.
Poco a poco el alivio llegará... situaciones llenas de emociones que con el tiempo alcanzaré a dominar. O eso espero..

miércoles, 30 de marzo de 2011

De capa caída..

Porqué tengo que levantarme hoy? No puedo hacerlo mañana? No puedo hacer un clic en "siguiente"? Ojalá.. Tengo que verle la cara y recordarle que lo que intentara en su momento no sirvió de nada.. Aún busco la razón por la cuál tengo que ir a verla.. si no me va a solucionar absolutamente nada... mismas preguntas, mismas respuestas. Le interesa saber acaso algo de mí? Para nada! 45 minutos de sesión y la puerta de salida. Y mientras en mi estómago la sensación de abismo que me acecha cada día, pero esta vez prolongable. Hasta alcanzar una emoción de recaída. No quiero. No me gusta. No salen de mi boca palabras que siempre han permanecido en mí. En la sombría. Acechando en la noche alguna que otra pesadilla. Recuerdos que vienen a mi memoria y rehullo recordar. Para qué tengo que verla.. si mi boca cerrada va a estar.. Sólo procuro olvidar. Y aunque no lo consiga y repercute en mi vida, sólo con escribir, recibo cura en momentos de decaída. Acaso estar detrás de una mesa, haciendo ver que escucha mientras tiene otras cosas en la cabeza, y apuntando quién sabe qué en un papel que apenas entiende ella..me va a solucionar la duda de mi existencia? La duda de saber si hago bien o mal odiándola a ella? Y a él. Por destrozarme el alma entera.. Sólo malos recuerdos, malos momentos que volverán a mi cabeza.. Aunque por la gente que me quiere, y cree que es una buena idea, hago de tripas corazón y me enfrento a ella. Y a sus preguntas, a mi relato relativo, al que quiera yo darle a ella... Palabras encerradas en mí a cal y canto que no lo harán aún cuando yo muera. Permanecerán en mi locura, en los altibajos, en mis vivencias de infierno, en un agujero negro en el que se encontrarán eternamente.

martes, 29 de marzo de 2011

Carencias

Me pregunta que por qué escribo? que qué finalidad puede tener el echo de que escriba un texto en una hoja de papel.. jajaja me lo dice alguien que su único propósito en la vida es tenerle el plato de comida en la mesa a su marido al llegar a casa al mediodía...(respetando la forma de vivir la vida de cada cuál siempre). Qué clase de pregunta es ésa? Escribo porque por suerte o por desgracia libero emociones y sentimientos mediante letras. Riqueza por la cuál me permito opinar, crear, inventar y soñar. Porque quizá es por el medio que mejor me expreso. Y sobretodo por el gustazo que me da!..
Quizá ni siquiera paro a pensar.. simplemente brotan de mi ideas que se me acumulan en la cabeza y que necesito plasmar. Sentir. Sentirme viva. Sentir que evoluciona mi mente. Que se enriquece. Cada vez que leo, que visualizo, que escucho, que observo, que aprendo. Qué hay más bonito en ésta vida que aprender y exteriorizar? Que dura es la vida con aquellos que solo se limitan a acatar. Sin mirar a su alrededor y sin apreciar.. todo lo que tenemos por aprovechar..
Por ello quizá debería yo de preguntarle ... qué finalidad tiene usted en su vida?

Nirvana - Come As You Are

Te odio

Te odio. Te odio irremediablemente. Te odio por que no estás aquí. Porque no te tengo cerca de mí. Te odio porque te deseo. Porque me despierto cada día sola en mi cama y desearía que estubieras aquí. A mi lado. Me encantaría observarte. Me encantaría acariciarte. Sentir con la yema de mis dedos tu piel. Sentir tu corazón cómo late. Mirarte. Mírarte rato y desearte. Besarte. Poco a poco hasta despertarte y lograr que tus ojos me miren y me sonrías mientras me abrazas, me acaricias.. y me ames.                                                                   Porqué tengo que desearte así...te odio. Te odio porque cada día te pienso más.. cada día que paso la espera de saber de tí es una eternidad.. Me odio a mí misma. Por sentir que cada poro de mí piel te necesita. Porque mi mente en tí se centra más amenudo cada día..                                                                                                 Menos mal que puedo soñar.. soñar que podría tenerte algún día..por soñar... por desear.. algo me alivia..       

domingo, 27 de marzo de 2011

Russian red, "Crying"

El despertar

Estirada en la cama... Escucho, atenta en mí, mis propios latidos. Intento sentir cada parte de mi cuerpo. Mis pies, mis rodillas, mi espalda, mis brazos, mis manos, mis dedos, mi piel, mi cara.. mi mente.
Siento que respiran mis pulmones. Que bueno es respirar! Lo dice alguien que es asmática y sabe qué es no poder coger aire... esa sensación de mareo mientras no permíte tu esófago abrir compuerta para que entre esa bocanada de aire que tanto necesitas y que tan poco tiempo te permite fijar un estado libre de vida. Que importante es respirar.. Que importante es darte cuenta de que respiras segundo a segundo, minuto a minuto, toda una vida. Lamentablemente no paras a pensar en ello hasta que no lo tienes... como todo en la vida..
Pero la persona que aveces carece de ello, irremediablemente lo valora mucho más..
Miro por la ventana. La luz entra en la habitación. Hace sol. Un sol radiante que te llena de energía. Así es fácil empezar el día. Me muevo. Con la mente en blanco, sólo estoy yo. Mi cuerpo y yo.
Sensación de paz, sensación de bienestar. Para a pensar 10 minutos como yo. Obsérvate y siéntete. Te sentirás mucho mejor. Valorarás más tu cuerpo. En tu mente.. relajación. 
Parpadean ideas, proyectos, anotaciones, sentimientos... Es hora de empezar de nuevo. Bienvenido sea.
Párate a pensar como yo.. qué suerte tienes de tener tu cuerpo, tu vida, una ilusión. De ilusiones se vive. Metafóricamente, un motor, que te proyecta energía para seguir día a día. Un nuevo día corazón!

Pearl Jam - Even Flow (HD High Definition Unplugged)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Ella

Permanecía inerte. Aislado del mundo entero. La ralentización del espacio-tiempo que notaba en su cabeza sólo le dejaba sentir los latidos de su corazón como si de cañonazos se trataran. No era capaz de reaccionar..
Así se mantuvo un tiempo prolongado. Sin saber qué hacer, sin saber qué pensar. Sólo transcurría el tiempo.
Miró a su alrededor. Todo estaba en su sitio. Todo limpio, bien colocado. Como siempre. Tenía la comida preparada encima de la mesa, y en la tele se escuchaban las noticias. La casa olía a café recién echo, para tenerlo listo después de comer. Su cortado que no faltase nunca.. Todo tranquilo.
Era él el que no estaba bien. En su cabeza, bloqueada por unos momentos, ella. No había dejado de pensar en ella ni un minuto de su vida desde que la conoció.
Gracias a su primo se habían conocido 6 años atrás. Desde que la vió aparecer por la puerta del bar se enamoró de ella. Se paraba el tiempo cada vez que la miraba a los ojos.. se los apartaba cada vez que ella notaba que la observaba. Era tímido y no se atrevía a aguantarle la mirada.. Tras una primera conversación caracterizada por balbuceos y repeticiones varias, debido a los nervios, ir conociéndola había sido un camino de rosas.. era encantadora. Simpática, alegre, divertida, interesante, inteligente y además preciosa.
¿Qué podía pedir más? Por ello cuando empezó a sentir que ella le correspondía no era capaz de ocultar su alegría. Su asombro, tras siempre pensar que no la alcanzaría, era abismal.
Pasado un tiempo se hicieron inseparables.. no iban a ningún sitio el uno sin el otro. A ella ya no le apetecía otra cosa que no fuera estar sin él. Ya no salía. No se iba de compras, no tomaba café cada día después de comer, en el bar de siempre con su mejor amiga, ya no iba a la picina, había dejado de bailar, de estudiar la carrera que quería... todo por estar con él. Él siempre se lo agradecía..
Poco a poco fue cambiando el carácter, aún él se pregunta porqué. Dejó de reir, dejó de cantar, dejó su espontaneidad, dejó de cuidarse, de maquillarse, de ponerse guapa, de querer gustar. Por el contrario despuntaba en ella una nueva personalidad, se empezó a encerrar en ella misma y se limitaba a obrar. Él pensó que era rutina. Que la vida había llegado a ser, quizá, aburrida.. pero mientras la tuviera a ella.. Nada más quería..
Pronto llegaron las discusiones, ella no opinaba, todo le parecía bien, no le importaba el qué de nada, simplemente obedecía. Eso a él le dió qué pensar..no eres feliz a mi lado? no está enamorada de mí?
Preguntarle era como hacerlo a una pared. Nunca obtenía respuesta.
Llegó la desesperación, él cree que por ambas partes. Unos días se fue a casa de su madre y después de tanto insistir solo recibió una callada por parte de ella y un "déjala en paz" de sus padres que no entendía.
Sintió querer morir. No podía vivir sin ella. No sabía nada. Cómo estaba, qué hacía, dónde se metía, con quién estaba, que pensaría... en él todavía?
Pasaba el tiempo y no lo superaba. Cada día se levantaba con la misma agonía. Su único pensamiento del día. Su único afán por vivir. Su locura más dulce. Su impaciencia crecía. Su ansiedad aumentaba. Y la rabia aparecía. En momentos puntuales no daba más de sí.
Se mantenía en la misma posición. Las manetas del reloj ya no corrían. La casa ya no olía a café. La comida ya estaba fría. Las noticias habían acabado, y él allí seguía. Absorto.
Cuando la miró estaba pálida. Ya no se movía. Apartó sus manos del cuello, observando las ematomas producidas. Su vestido rasgado dejaba ver su ropa interior. No le seducía. Se levantó de encima de ella. Le dolían las rodillas, aquella postura tanto tiempo le había entumecido las piernas. La siguió mirando mientras echaba marcha atrás.. se sentó en el sofá. Se puso las manos en la cabeza mientras metía ésta entre sus codos. Gritó. ¿Porqué? ¿Porqué me dejaste? Con lo que yo te quería.. Nadie te iba a querer nunca como yo.
Nadie la va a poder querer nunca más. Nadie va a poder hacer nada. Ella ya no está.
Miró a su alrededor mientras se agolpaban en su cabeza teorías.. La sacó de su chaqueta,  mirándola fijamente dijo:
"te amo nena" y empuñándola en su sien, disparó. Cayó al lado de ella.

martes, 22 de marzo de 2011

Entras y sales de mi mente. No te instalas en ella, ni desapareces tampoco. Eso me gusta. Me permite tener la mente libre también para mí. Para pensar, para crear, para ilusionarme, para equivocarme, para divagar..
Aunque te soy sincera, me gusta pensar en tí. Me gustas tú. Me gusta tu coco. Cómo piensas, qué conoces, qué opinas, qué deseas, qué te preocupa, qué esperas.
Me pregunto si paso yo por tu mente en algún momento. Me pregunto si tú sentirás algo parecido. No quiero saberlo en realidad..eso me haría pensar en tí aún más.
Quiero verte y quiero abrazarte. Un abrazo de amiga? o existe algo más? No lo sé aún. Mejor así. Mejor me limito a abrazarte y a sentir. Las sensaciones las valoraré luego. Cuando te haya visto. Cuando haya disfrutado de tí. De tu risa, de tu sonrisa, de tus ojos, de tus miradas. De tus gestos, de tus manos y tus abrazos. De tu compañía. De tu conversación, y de tu conocimiento. De tu tiempo, el que hayas decidido compartir conmigo.
Cuando esté de vuelta, pensando en tí y en ése ratito que he pasado contigo, valoraré sentimientos. Pensaré en lo que he sentido al tenerte cerca.
De momento sólo sé que necesito saber de tí, y tenerte ahí. Eres importante para mí.

viernes, 18 de marzo de 2011

Carta a mi "madre"

El sentimiento de odio desapareció. No es que te quiera ahora, pero toda esa rabia que acumulaba dentro de mi ser ha desaparecido. Creo que por mi bien, por mi salud. Porque aunque lo estás intentando.. cuando una madre reniega de tí toda tu vida..poco afecto puedes destinarle después.
Créeme que lo he intentado, pero me puede el vacío que me has echo toda mi vida. Los desprecios, las malas contestaciones, la carencia de un abrazo, de una palabra bonita, de una sonrisa de complicidad.. no he conocido eso en tí.
Sólo recuerdo gritos, desprecios, insultos, vacíos constantes, guantazos que no me dolían en el cuerpo, muy a tu pesar, sinó en mi alma.
Aún así siempre mantenía la esperanza de que algún día te dieras cuenta de que yo, era tu hija. Hasta un animal quiere a su cría al nacer.. tú ni eso. No sé porqué malgastaste nueve meses de tu vida en alimentarme ahí dentro..siempre me lo he preguntado. Hubieras echo un bien común, no hubieras tenido algo que no querías y yo no hubiera sufrido vivir tu amargura. Sólo fue culpa tuya. Te dieron la opción. Ya sabías que no me querías.. cómo vas a querer si fuí fruto de dos revolcones..sabías que él iba a desaparecer a los pocos meses. Haberlo pensado 2 veces. A cambio, quién paga las consecuencias...la de siempre.
Pero no me considero una desgraciada, eso que tantas veces me llamaste, porque tuve a dos personas que lo dieron todo por mí. Mi abuelo y mi abuela. Perdona, mi padre y mi madre.
Siempre han estado ahi, dándome todo ese afecto que se le da a alguien querido.. tú no sabes de lo que hablo ahora mismo.. pero la desgraciada eres tú por no saber qué es lo que significa afecto. Creo que no lo has sabido nunca.
Cómo quieres que sea capaz ahora de oírte decir "mi niña"...¿ de verdad crees que me lo creo? No me creerás tan
estúpida.. Si hay algo que he aprendido contigo es a vérmelas venir.. y no me creo ni una palabra de lo que me dices.
Pareceré dura..ni la cuarta parte de lo que tú has sido conmigo.. te necesité, lo sabes de sobra, en un momento de mi vida crítico, y pasaste de mi puta cara. Desde los 8 hasta casi los 15 años. Te pedí ayuda a gritos sin abrir la boca. Tú lo sabías. Y te daba igual. "Tú tienes la culpa", me dijiste con 16 años. No se me olvidará ese momento en la vida.. con esa cara fría que te caracteriza, sin mostrar apenas tu interés..
Cómo quieres que te llame madre? Jajaja  esa palabra escapa a tu alcance.. créeme.
Todo llega a un límite, y hubo un día que te dije yo misma "para mí estás muerta" con 18 años. Ya vivía sola. Te acuerdas?  ...... si paro a pensar en cada una de las situaciones...Quiero matarte. Porque me vuelve ese odio que creía desaparecido. No te mereces ni que te mire a la cara. Sabes porqué lo hago? Porque soy mucho mejor persona que tú.
Porque sé lo que es estar sola en la vida. Y porque es tan duro que no se lo deseo a nadie. Como es totalmente cierto lo de que "a cada uno le llega lo suyo", así estás tú. Más sola que la una. Por ello decidí apartar todo a un lado y tener una relación "cordial" contigo. Pero no me pidas más, porque sabes que no sale de mí, ni va a salir nunca.
No le pidas peras al olmo, dicen. Aplícatelo. Suficiente sacrificio cargado ya..
Pero sigo creyendo que ha desaparecido. Ahora puedo mirarte, y puedo hablarte sin perder los estribos, aunque aún siento los dolores de barriga cada vez que lo hago. Un sentimiento que me ha acom pañado toda mi vida. Algún día desaparecerán. Digo. Hasta el momento sigo lidiando con ellos. Y con la duda de saber si realmente aprendiste algo de tu vida.

jueves, 17 de marzo de 2011

La espera

Otra vez aquí. Tercera? Cuarta vez? ya perdí la cuenta..
Sentada en una silla cutre, en un pasillo cutre, en un edificio cutre.. esperando. Esperando a que me habra la puerta.
Mismas preguntas. Mismo discurso. Sólo cambia la persona que está delante mío. Pero mis sentimientos no cambian.
Recordar, malestar, flashes parpadeando en mi cabeza con cada palabra que sale por mi boca..otra vez ese abismo..

"Tranquila, irás mejorando con el tiempo..poco a poco irás abriéndote más y aprenderás a vivir aceptando las cosas.."
Podría decirles ese mismo discurso yo a ellos, y pensarían que ya estoy curada. Con una esperanza de que pueda ser verdad esta vez, cojo fuerzas para volver a galopar.

Un abismo

Toda mi puta vida igual. Aveces más o menos segura, otras rozando la caída inminente. Pero siempre, un abismo delante de mí. Una parte de mi consciencia me hace ser fuerte y tirar adelante. La otra, me putea. Me arrastra a mirar al vacío y sentir que encontraré la paz una vez haya caído.

Siento que se ahogan mis ojos. Las lágrimas se deslizan por mis párpados mientras me recorre una sensación de dolor en el estómago. Me retuerzo, y vuelvo a caer. Me debilito. mi cuerpo pierde fuerzas y sólo noto algo de mejoría cuando sollozo. Esa mejoría vuelve a desaparecer de inmediato. Y vuelve el dolor de estómago. Entonces lloro con más fuerzas. El llorar me alivia. Noto que respiro mejor, y el dolor desaparece poco a poco. Hasta nuevo aviso.

Intento buscar un porqué. Se me ocurren tantos que no valoro el más importante. Sé que tienen que ver con un pasado. Pero ese pasado no me deja en paz en mi puto presente..y no me deja echarle un vistazo a un futuro.

Las ideas se colapsan en mi mente. Nuevas ideas que me encantan, que me hacen emprender.. pero hay "algo" que falla y lo estropea todo. Ese "algo" me trae por el camino de la amargura. Ese "algo" me jode la vida día tras día. Hay días que estoy muy bien, otros regular, otros que no tan bien y otros que ni siquiera estoy.
Momentos en los que mi mente divaga por un espacio inerte. En los que no soy capaz de reaccionar o que cuando logro conseguirlo..lo hago mal.

Siempre he odiado a la gente que tira la toalla a la primera de cambio. Gente que no valora su puta vida. La vida no es gratis.. te pasa factura. Pero tienes que dar gracias por vivirla. Hay gente que daría lo que fuera por poder vivir.. por seguir con su vida.. por cambiar un puto cáncer, una bala en la costilla, un padre loco, una maltratada que se arrodilla..  por seguir viviendo.

Por ello estoy aquí.. valorando la mía. Sintiendo que disfruto de un buen libro, o de la brisa del mar rozando mi mejilla. Por el abrazo de mi hermano, o por mis dotes en la cocina.. por todo ello merece la pena despertarme cada día. Y tener ganas de dejar de llorar y poder mirar el futuro con alegría. Voy a conseguirlo. Conseguiré dar marcha atrás y alejarme de ese abismo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Nostalgia

Cierro los ojos. Soy capaz de recrear cada detalle, de sentir cada olor. De recordar momentos dulces, momentos divertidos, momentos duros, momentos..felices. Cuando deseo evadirme, sea por la razón que sea, siempre recurro al mismo lugar.
Nada más entrar a casa me recibia aquel gato blanco de porcelana..sentado. Parecía pensar por sí mismo. Siempre me había ocasionado cierta desconfianza mirarlo.. no me gustaba. Colocado encima de aquel recibidor, antiguo. Me encantaba su forma. Años más tarde, cuando crecí, me recordaba a los tocadores que tenían las señoritas en sus dormitorios para embellecerse. De madera caoba, sus flores blancas y rosas dibujadas en las puertas me encantaban. Encima un espejo enorme, o por lo menos a mi edad, me lo parecía.

Al lado encontraba la habitación de mi tío..sentía adoración por él. Sólo podía dormir la siesta acurrucada a su lado. Tocándole el lóbulo de la oreja mientras él caía rendido en 5 minutos, roncaba de tal manera que mi abuela no lograba entender cómo podia dormirme a su lado.. Se sentía feliz. Habían dos muñecos ancianos sentados en unas mecedoras, en la estantería de al lado de la cama. Al lado de mi muñeca de la mili, que me trajo cuando juró bandera. Los abuelitos contaban cuentos, mientras se mecían. Tenían la cara dulce. Pensaba que mi abuelo sería así de viejito.

Cuando acababa de dormir la siesta me esperaba mi abuela en el comedor, con la merienda para los dos encima de la mesa. Para él un bocadillo enorme de salchichón o de chorizo. Para mí lo mismo, por que todo lo que hacía, o comía mi tío lo tenía que acabar haciendo o comiendo yo. Mi abuelo sentado en el sofá siempre renegaba.
Fumando. Mirando la tele. Nos miraba de reojo y se hacía el duro..pero cuando le miraba yo..no podía remediar guiñarme el ojo..
Aquellos sofás verde oliva eran duros como una piedra. Antiguos, como todo lo que había en casa. había uno de dos plazas, y dos individuales. Aterciopelados. Con botones de decoración en los respaldos que yo me encargaba de descoser para inri de mi abuelo. Delante un mueble caoba oscuro que ocupaba toda la pared a lo largo..
En la tele..toros.

Cuando acababa de merendar salía por la cocina, donde mi abuela se recreaba entre fogones, hasta conseguir aquellas comidas que todos devorábamos más tarde. Cocinaba tan bien.. LLegaba a la terraza corriendo, por donde miraba si habían acabado de merendar como yo los demás y ya estaban en la acera con sus madres, sentadas en sillitas haciendo corrillo mientras hablaban de sus cotilleos y de reojo vigilaban, atentas a cualquier despiste.

Mi abuela al ojear si ya habían bajado, me mandaba a correr por mi chaqueta a mi cuarto. Pasando por la cocina y por delante de mi abuelo renegando de que no corriera, pasaba por delante de la habitación de mis abuelos. Me encantaba dormir con ellos..de vez en cuando lo conseguía. Había una cama enorme para mí, con una colcha blanca satén. Una mesita de noche a cada lado de madera granate. Y al lado de la puerta un tocador, a juego. Donde mi abuela tenía su joyero, y una foto del día de su boda en blanco y negro. Mi abuela era joven y guapa. Fina de cara con el pelo negro liso llegándole a la cintura. Con un tocado en red ladeado. Con guantes finos blancos cogiendo un ramo. Mi abuelo apuesto como ningun otro hombre, al lado. Los dos sonreían naturalmente.
Debajo de la ventana, en un rincón, había una butaca de mi altura donde me sentaba siempre mientras miraba a mi abuela desvestirse y canturrear mientras se quitaba los pendientes y los dejaba en el joyero.

Al lado estaba mi habitación. Me entantaba mi habitación! para mí era la más grande. Llena de juguetes. Solo entrar a la izquierda tenía mi cama con mi mesita de noche. Y a los pies un armario que me sacaba tres cabezas. Todo lo demás eran juguetes.. La noria de las barriguitas, la cocinita, Rosaura, mi mesita del té.. y las miles de muñecas que me acompañaban.

Cojía mi rebeca y volvía corriendo al lado de mi abuela. Me arreglaba siempre para que fuera mona. Me llevaba al baño, al lado de la habitación de mi tío, y me lavaba las manos y los dientes. Siempre bajo su sonrisa. "Vamos que habrán bajado todas".. Recuerdo su mirada, dulce. Todo lo tierna que puede ser una abuela que se convierte en madre. Cómo la quería.. Ella junto a mi abuelo y mi tío era lo que más adraba del mundo. Lo único que conocía.

Añoro aquellos años. Donde sólo había felicidad para mí. Donde tenía a quién más necesitaba y más quería. Ahora no encuentro ese sentimiento. No encuentro ese lugar al que pertenezco. No están. No me pueden abrazar en momentos de debilidad. Ni me puede guiñar un ojo de complicidad mientras me sonríe. Ni me mira tiernamente mientras me lavo las manos y los dientes después de merendar. No oigo canturrear.

Por ello cierro los ojos. Para sentirlos en mí.

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