Yo

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Ruido

Un escalofrío general hizo recorrer electricidad por todo su cuerpo para sentir su despertar de repente. Cada poro de su piel se erizó desde la punta de sus dedos índices, de los pies, hasta cada punta de pelo de su cabello. 
Cerró los ojos por un momento para sentir su ingravidez. Dejó ésa sensación de peso en todo su cuerpo. Manteniendo la calma, se centró en su respiración, de repente el ruido cesó. Se comprometió a que su respiración fuese su único objetivo. Mantenerla relajada, disfrutando de la sensación de descarga de únicamente sentir... silencio.

Se mantuvo unos minutos disfrutando del momento. Sólo estaba ella. Su cuerpo, sus sensaciones, sus emociones. Sin carga. Hasta que sintió un roce en el antebrazo que la devolvió a la realidad. Abrió los ojos, y una mano la cogía para después soltarla y preguntarle por gestos si todo estaba bien con un, ok?
Hizo el mismo gesto para confirmar que todo iba bien. 
Él la cogió de las manos situándose en frente para mirarse a los ojos. Una media mueca que definía una sonrisa entre ambos dejó escapar la adrenalina.
Volvió a cogerla de la mano y le indicó la dirección donde iban. Ella se dejó llevar, ayudada por sus piernas, que no sentía pesadas. Durante el movimiento, disfrutaba del momento que estaba viviendo, de todo lo que sentía su cuerpo, empapándose de cómo reaccionaba cada parte de su ser ante tal situación. El paisaje era maravilloso, pero lo era aún más el hecho de que no sentía ruido en su cabeza, tan sólo escuchaba su respiración, cómo sus pulmones trabajaban por ella, por inercia, y sentir que el silencio reinaba en ése momento para ella. Otro mundo.

Poco a poco fueron llegando al lugar, las rocas asomaban en su campo de visión, al llegar a ellas las acarició, sentía la baja maleza que suavemente se deslizaba entre sus dedos. Notó de nuevo la mano, que la agarraba, para ver que con la otra indicaba el destino apuntando hacia arriba. Parecía bailar en una armonía, de subida tras él, para llegar a la superfície, sacar la cabeza, sentir que su chaleco tomaba la iniciativa de mantenerla a flote y quitarse la máscara y el regulador.

Una sonrisa compartida que dejaba paso a la grabación , fotograma a fotograma, mediante la retina para crear archivo clasificado como "momentos". Nadaron hasta las rocas y subieron a descansar. Carcajadas.

- Qué tal está usted? Qué te ha parecido?
- Maravilla. No tengo palabras.
- Y ayer hablando de que que te habías querido bajar de la vida. Tú?!
- Y mira dónde estoy hoy. Gracias por regalarme ésto.
- Eres tú la que te lo regalas. Por un trabajo bien hecho. Volvemos?
- Sí, pero tardemos un poquito más en volver, quiero disfrutarlo.





jueves, 1 de diciembre de 2022

Yo soy gris, pero tampoco es para tanto. 
Sigo oyendo aquellas voces encerradas en mi cuarto. He buscado entre las luces y las sombras, he rezado a los dioses para que se rompan. He contado hasta diez para no sentirme sola. Mueres o vives, no hay otra. He buscado en mis raíces y he olvidado mis matices.. ésos que asoman.
Tengo tanto en mi interior que si abro mi corazón es para que te paralices.
He tocado lo más hondo, he caído por inercia, si buscas en mi transfondo hay una niña llorando porque ha perdido su inocencia. 
Las balas no me silencian, la droga no me anestesia. Soy una diosa en la cama que le da mil vueltas a ése dios de tu iglesia.
La locura como esencia, la mirada de escopeta, de entre todos los corazones el tuyo es el único capaz de cerrar ésta grieta. Apreta. 
Llevo vacía la maleta, no me fío de aquél que no cumple su promesa. Busco a una persona que me quite la corteza, pero soy de caja fuerte, de pura naturaleza.
Sólo hay una certeza, el amor sin pureza termina en el llanto.
He llamado al diablo, y he cerrado el contrato;
- Yo te cuido si pones un trozo de alma en mi plato.
Ha cogido un cuchillo, y ha cortado por lo sano. Me ha dicho que él me cuida, que un corazón negro pesa demasiado.

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