Yo

viernes, 25 de noviembre de 2011

Auxilio

En ciertos momentos, como los de ahora, en los que mi mente corre por un subconsciente y mi cuerpo por otra onda, puedo analizar cada una de las percepciones subyacentes que mi alma siente. Puedo experimentar cada una de las sensaciones, que raramente, se disfrazan de emociones complacientes hacia un cuerpo extrañamente raro, que no se siente normal. Que procura hacerse un hueco en lo paranormal, que no deja de ser atrayente.
¿Soy yo, la que se disfraza interiormente? ¿O son mis emociones que procuran abstraerse de situaciones que racionalmente son anormales socialmente?
Sólo puedo contestarme a mí misma. Pues estando en estado decandente aparecen criterios anímicamente, correctos o incorrectos, que circulan por una vida de desespero. Por una vida plagada de incógnitas que interiormente no se encuentran. ¿Quieres ser tú la persona que dé rienda suelta a tal desbarajuste?
En mi cama suenan campanas holgadas de situaciones en las que se replican tu nombre. Campanas que hacen sonar su grito de auxilio. De incertidumbre.
- ¡Ayúdame!
A ser yo. A gritar mi nombre. A nombrar cada una de las decadencias de un silbido llamado vida. Donde todo se intensifica. Donde aparecen pronombres que cobran tal importancia desmedida que crean significado a un alma perdida.
- ¡Ayúdame!
A ser yo. A no sentir dolor. A creer en mí misma y a no retractarme en la acción.
- ¡Ayúdame!


Por favor..


Datos personales