Yo

martes, 7 de junio de 2011


Mariposas del desespero

Un espejismo, ésta, mi vida. Creando un agujero negro atrapado en la indulgencia. Tomando mentiras como verdades sin apenas darme cuenta. Y te miro. Y no te transmito nada. Pero existe un vacío dentro de mi alma. Jodidamente humana. Aunque la ansiosa calma no retransmite desde mi apariencia de niña reservada. Me muevo en el disimulo. En un ejercicio de teatro, actuando. Y sé en todo momento que me crees, sólo hace falta verlo... Lo hago bien.

¿Quién se preocupa de la sinceridad de mi mirada? ¿Quién se para a pensar que tan sólo es una fachada? Absolutamente nadie. Absolutamente sola. Sola en la nostalgia de una vida que no ha tocado ser la mía. Sola en momentos de amargura e hipocresía. De golpes repartidos a destajo en un saco roto, mi cuerpo. Demacrado. ¿Quién me cura las heridas? Nadie. Lamo con mi lengua el daño provocado limpiandome la sangre. Duele. Como herida abierta ensangrentada que merece una cura prolongada. No importa. Aún me queda aliento. Para restregar mi lengua por mis golpes de más tormento.

A veces sin fuerzas para tirar. Otras optimista, quizás. Aún sabiendo que llegado el momento vengaré mis entrañas, ésas que vomité una y otra vez por mi boca ensangrentada. Y entonces... ¿Hallaré la paz? Eso que llaman paz interior... Me río yo del significado de dicha definición. ¿Quién halla la paz con uno mismo? Si no podemos hallarla ni con el vecino... ¿Qué cojones vamos a hallar? Absolutamente nada. Las perturbaciones son innatas en aquellos que disipan dudas de su existencia mas absoluta. Disputas. Decadencias desarrolladas, en algún momento, quizás, hasta apreciadas. LLevando el dolor a una estratosfera, a un exterior. Jodidamente abstractos.

En la penumbra de mi alcoba busco raíces de un encanto. Visualizando colores, sueños y emociones. Realizando un esbozo de un mundo imaginado, creado en las ilusiones halladas en lo alto de una rama. Fruto del ánimo y el desespero. Mariposas al vuelo. Necesidad de olvidar la mediocreidad. E idear un mundo nuevo. Para mí, para mi calma, para mi alma.

Recuperando aliento.


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