Yo

viernes, 7 de octubre de 2011

Placer

Quizás haya más razones por las que debería dejar de beber que por las que me mantienen en éste mar de ininterrumpida agustera. Quizás. Borracha de ti. Pero me puede más el acariciarte como alma que posee el diablo. Degustarte con encanto. Saborearte en tan malintencionado y vicioso paladar. Voy a seguir bebiéndote sin más. Apreciándote como todo aquél al que le gusta tener buen gusto, buen criterio, buen olfato, quizás. Tampoco creo que haga nada malo. Juego, me das un rato... Y reconozco que me diviertes también..
Y cuando me miras y me haces perderme en el rojo de mis ojos... consigues perderme en el delirio.
Mi mente se sumerge en un estado de embriagadez emocional. Un vaivén sin timidez, un viaje en la lujuria. Llega entonces la aceleración, la excitación. Deshinibida. Órbita en deducción.

¿Supone eso un problema, tal vez?

Datos personales