Encerrada en su mundo
entre cuatro paredes sin más.
Esperando su turno,
el permiso para reaccionar.
Anulada del todo,
al final se tubo que acostumbrar,
cuando no te muestran afecto
todo a tu alrededor empieza a marchitar.
Sintiendo realmente miedo,
por lo que pudiera ocasionar;
un grito, una amenaza, una paliza..
Eso qué más da.
La reacción siempre seguida
de un maltrato similar.
¡Cuánta rabia contenida!
Factura le iba a pasar..
Quizá ser una incomprendida,
por su carácter bisceral.
Tanta ternura desatendida,
en sus años de corta edad,
ahora le hacen expresarse,
con papel y lapiz, nada más.
Probablemente ahora querida
sin saber cómo reaccionar,
se siente en un momento de su vida perdida,
aunque la luz empieza a dislumbrar.
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