Me escuchas siempre desde ahí arriba,
secas mis lágrimas acariciando mis mejillas.
Una parte de mí se fue aquél día,
dejando en mi alma éste dolor.
Sé que observas mis pasos,
que te mantienes tras de mí rezagado,
que miro mi espalda, echo un vistazo,
y me animas; "Camina..."
Te quiero a rabiar.
Echo de menos tu sonrisa, nuestra complicidad.
Muecas que aquellos días fueron vitalidad.
Para mí, para ti, momentos de felicidad.
Un sólo sentir.
Un único, existir.
La emoción impregna tus palabras. Qué bonito, coño!
ResponderEliminarTú sí que eres bonita.
EliminarHola Pati!
ResponderEliminarHay pérdidas que no se superan nunca, sólo nos quedan los buenos recuerdos para mitigar en parte el dolor...
Saludos!
Totalmente de acuerdo contigo RoB.
EliminarSaludos!