Yo

domingo, 8 de mayo de 2011

Desgarro

Como si de una matriz se tratase. Despierto en lamento de querer poder ser. Intento desgarrar la membrana, mojada en fluidos varios, renaciendo de la nada. Oscuridad infinita. Eternamente consternada. Abriéndome camino a un nuevo mundo. A un nuevo yo. Libre en alma de coartada. De sensaciones antepasadas. De ilusiones vividas y encontradas que carecen hoy de significado alguno. Statu quo. Empiezo a respirar. Observo mi cuerpo estupefacto por el esfuerzo realizado. Blanco nuclear. Poco a poco aparece el tacto, de entre tanta viscosidad. Me abrazo. Me siento. Empiezo a balbucear. El frío interno empieza a congelar..
Intento elegir camino a seguir. Libre de cucarachas. De insectos nauseabundos que caracterizan la putrefacción damnificada. Libre de todo, en sí. De posibles arrebatos. De intentos de ematomas aún por definir. Magulladuras. Heridas tras de mí. Libre de todo dolor. De causa alguna a tanto terror. Y sigo caminando. Siguiendo pasos por la línea amarilla, que conduce a la salida. Exit. De éxito por tan logrado logro. Por haberlo dejado todo, atrás. Por la oportunidad de volver a empezar. Y a seguir. Con ésta mi mente abierta a circunstancias existentes. A sensaciones nuevas probablemente carentes de elixir.
Perturbada y alterada procuro aprender a vivir. A existir y a ser tratada por nómadas, del sabio extinguir.
Pensamientos abstractos que me ayuden a sobrevivir. Aún estando viva y muerta. Ahora. Aquí.

4 comentarios:

  1. Me encanta la fuerza que transmite este texto. La hubiera necesitado en tantos momentos de mi vida...

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  2. Caótico y crudo. Con mucha fuerza como se ha dicho... y un final tremendo. Me ha gustado. Sigo leyendo...

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