Yo

domingo, 17 de julio de 2011

Despertar

Y le susurro a mis latidos que no hagan tanto ruido para dejarte dormir mientras estás aquí conmigo. Te miro. Te observo. Te siento. Intento colocarme de cada poro de tu cuerpo. Lo intento. De veras lo intento. Pero no puedo. No puedo dejar de dibujarte con mis manos mientras te acaricio, lo siento. No dejo de imaginarme tus labios junto a los míos, me quemo. Me quemas, de veras. Cada segundo de tiempo que me regalas hace más corta la siguiente espera. Y te recreas. Eso me inunda. Me humedece extremadamente. Me aturde. Hace perderme en la locura. Puro veneno. El que recorre por mis venas cada vez que te siento dentro. Perdida en un deseo, el que siento cada vez que no te encuentro. Cada vez que te pienso. Cada vez que pierdo el norte al imaginarme en tu recuerdo.
Soy débil, lo acepto. Debilidad la que muestro por tí en cada momento. Me invento. Procuro convencerme de que no es tanta la dependencia que por tí crece inevitablemente. Maldita sea mi suerte. Vuelvo a enamorarme perdidamente. Vuelvo a sentir que mi corazón siente. Late terriblemente fuerte. Acelera cuando tú estás presente. O mientras te piense. Difícil deshacerse de un sentimiento como éste...

Y despierto... sólo ha sido un sueño...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales