Yo

domingo, 24 de abril de 2011

Incertidumbre

Otra vez sentada en mi regazo, mirándome a la cara sin pedir perdón, por abasallarme mientras tanto, con la tortura se siente mejor. Lo que esperas que quizá ocurra, o quizá, tal vez no. Aveces no sabes ni lo que esperas de la vida, ni aún menos de tu corazón. Sentir una desilusión, demasiado dolor. Aunque otra más... a la espalda, como las demás..
Quizá es el temor a lo desconocido, quizá es el temor al dolor. Aveces las cosas no sabes cómo ocurren, otras, te las imaginas sin razón. Puta es la vida. Y más mi cabeza, que no deja de darle vueltas como un puto carrousel en una feria. A cualquier cuestión. Debatiéndome en preguntas, que vagan por mi razón. Sin obtener respuesta alguna. Sólo ella observándome desde la nada, clavando sus ojos en mí. Preguntándome una y otra vez, sin dejar de repetir ¿Que piensas? Que qué pienso..buena pregunta.. Pienso en tantas cosas que no encuentro la más importante para mi ser. Son tantas mis inquietudes que bombardean en un vaivén de sensaciones que nacen y mueren quizá, alguna vez, la respuesta sin saber... Pero mi cabeza es así, no puedo domarla, no puedo domesticarla. Y cuando algo cobra importáncia en mí, ella aparece, y me jode la existencia, no dejándome vivir siquiera en determinada situación. Cómo jode la muy cabrona.. Entra sin permiso y se sirve ella sola. Destripándote las entrañas con dudas, preguntas y respuestas imaginarias. Así es ella. Divertida a la vez. Sin saber un por qué. O ni siquiera sin saber. Sólo haciendo que la vida sea una puta montaña rusa, que te lleve a un luping que te deje boca abajo y que cuando vuelvas a reincorporarte ya no sabes dónde coño has dejado todos los pensamientos que, ahora, han caído en vano.
Así es. Y cuando, por casualidad alguna, logras esclarecer cierta incertidumbre que recorre tu ser.. tranquilo, aparecerá otra que te vuelva a envolver, en una duda circunstancial que no te deje dormir sin más. O sí, si careces de problemas de insomnio. Afortunado ser. No como otros, que dormimos poco, y aún más jodidos nos deja cada vez.. Pienso, luego existo. He llegado a creer que como pienso mucho quizá existo poco. Dudas y pensamientos recobran mi existencia, aveces debatida entre mí y mi propio yo.
Incertidumbre... qué dolor de palabra..

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