Yo

lunes, 2 de mayo de 2011

El mar

Paseaba. Caminaba sola sin rumbo aparente. Ausente. Como a un juguete al que le das cuerda y echas a andar. La mirada perdida, sin facciones definidas, quizás de no pensar. Como alma en pena se dejaba llevar. Por sus pies, quienes parecian tener propia autoridad. No se dejaban detener ni por un saludo, tal vez. Robotizada.

La playa. Se detuvo en la arena mirando a la mar eterna. Parecía serena. Lejos de la realidad sincera. Agachó la mirada, sus pies. Sus dedos se movían acariciando la arena. Vista al frente. De nuevo ausente. Aunque esclava de dolor. De nostalgia en el corazón. De una vida sufrida. De una vida sentida. Deprimida. Camina. Hacia la orilla. Paso lento. Caminar. Sentir el aire rozar su mejilla. Se detuvo. Las olas le daban la bienvenida en la orilla. Reverencias una y otra vez. Siempre a su merced. Perdida. Pensativa. 

Su pelo negro a la altura de la cintura ondeaba al viento. Vestido blanco, sedoso, alborotado en todo caso. Gasa aterciopelada acariciaba su frágil piel. Pálida. Dulce tez. Sola en la derrota de su ser. Cabizbaja.
Un pie, luego otro pie. El agua subia por momentos, trepando por su cuerpo. Hacia sus adentros. Flotaba su vestido en el mar. No conseguía vestirla ya. Su cabello se empezaba a mojar. Llegó a no hacer pie. Hundimiento total. Y se dejó vencer.

Apenas sin cojer aire se dejó envolver. Agua en todas partes. Mirase donde mirase. Dejándose llevar por el balanceo del oleaje. Su cabellera cobraba vida, la que ella no le dio jamás. Su vestido la envolvía acariciándola, sucumbía. Mirando hacia arriba. Superfície desaparecida. Buscando el fondo del mar. Para morir en paz. Sus ojos antes abiertos, suavemente cerraba ya. Engullimiento de la mar.

Quiso morir allí. Dónde la calma logró alcanzar...

2 comentarios:

  1. Este texto me ha llevado a un sitio muy especial...
    (Así me siento yo al entrar en la bañera, y fíjate que estoy con cuatro paredes y un techo)
    un besitoo!

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