Yo

viernes, 20 de mayo de 2011

Encadenado

Apresado. De muñecas en alza. Aguantando su peso muerto extasiado de tanta bofetada. Su cara hinchada delataba la ira desatada. Apenas podía abrir los ojos. Nariz y boca cascada en sangre a la deriva precipitando su caída. Sin fuerzas. Agonía. Golpes y magulladuras marcados sin pena ninguna. Rabia deshinibida en su cuerpo por palabras enmarcadas en su razón, en su pensamiento.


 -Otro día procuras mantener la boca cerrada. ¡Bocazas! Otro día te piensa antes de hablar las cosas dos veces.. Otro día si consigues ponerme en éste estado de irritabilidad, posiblemente dispare a tu puta cabeza, sin apenas darte cuenta, que eres una puta diana en mi punto de mira.
Otro día, si eres inteligente, no te hagas presente. Por que para semejante gilipollez más vale no presentarte.
Dame gracias por perdonarte la vida, y dándote la oportunidad de seguir respirando por las esquinas. Ten clara una cosa. La próxima vez te arranco los ojos. Para quitarte ésa fea idea de hablar sobre otros.  Metiéndo la pata hasta el fondo...

Oportunista..



Me equivocaria otra vez (2 son multitud)

Al borde de la caída

¿Por qué me parece un día gris aún con éste sol radiante entrando por mi ventana? ¿Por qué mi mente no parece clara y la rodea una niebla densa y extraña? Siento perder fuerzas. Desfallecer en mis entrañas. Mire allá donde mire no encuentro luz que ilumine nada. Apenas noto mi cuerpo. Apenas siento que siento. En declive se encuentra mi karma. Sentimiento en retroceso. Cualquier emoción falta de ilusión.               

Siento pasar los días, y en mí no obtengo mejoría. Simplemente me limito a vivir, propiamente dicho. Respirar, comer, leer y dormir. Aunque respiro por obligación, como mal, como no debería, duermo apenas 4 horas al día.. así que leo mayormente. Y en estados decadentes, me escudo en mi guitarra. Ésa que proporciona cierta delicia cuando toco notas que desprenden melodías. La verdad es que no estoy. Creo ser un ser que levita allí donde voy. Vagando. Ni siquiera jodida. Simplemente en un estado de "desaparecida".
Por alguna extraña razón siento mi vida carente de color. Si me miras no tendrás ésa sensación. Te sonreiré. Te hablaré. Debatiré animadamente. Pero nadie puede verme interiormente, el estado en el que parece mi alma y mi mente.

Arrimada a un precipicio, del que procuro mantenerme alejada enérgicamente. Escapar no consigo. Aveces de pie, otras de puntillas, Algunas sentada, otras de rodillas y aveces aguantando con la yema de mis dedos no escurrirme en la agonía de caer, precipitarme al vacío, al desdén.
Siento asustada ésa parte en la que desaparezca arrastrada por el derrumbe de la roca en la me veo, de momento, salvada. Temblorosa. No caen lágrimas ya de mi alma. No palpita mi corazón con taquicardias de  temor. Sólo me siento paralizada. Bloqueada. Mantengo el miedo, pero mi cara no es capaz de reflejar nada.
Esperando. Pidiendo socorro a gritos. Manteniendome callada. Creyendo que algún día podré salir de ésta pesadilla.

Datos personales