Yo

martes, 12 de abril de 2011

Loba encerrada

El cielo se volvió gris. Creí que éste había leído mi mente... Turbia, en nuvulosidad. La presión en mi cabeza empezada a hacer mella. Dolor. Poco a poco pinchazo múltiple decorado con martilleo constante. En la sien,justamente. Odio por darle cobijo. Desesperación por golpearme contra donde quiera que me abre la cabeza y procure sacar de mí ésta agonía que me mata poco a poco.

No soy capaz de pensar. Los intentos caen en vano. Mi libertad de palabra se encuentra encerrada como loba acorralada. No deja de dar vueltas, de un lado a otro de su celda. Carroñera de cualquier pensamiento que intente liberar. Espitosa por poderse pronunciar. Sin salida. Sin idea concebida. Sin permiso para expresión escrita, ni siquiera para expresión oral.

Cansada. Agotada. intento cerrar los ojos, por pensar inútilmente que la oscuridad dejará paso a la claridad de mi dolor. Extraña contradicción. Idiotez de solución. No existe, no hay más. Aguanta. Todo pasará. Como el tiempo. El tiempo que pierdo de invención por éste aterrador dolor. Puta migraña.

Datos personales