Yo

lunes, 22 de agosto de 2011

Peculiar

El semáforo en rojo. Me detengo delante del paso de peatones. Inmóvil. Veo mi imagen reflejada en los coches y autobuses que pasan delante de mí. Cada uno a su destino, diferentes entre sí. Conducen a velocidades extremas como si la vida les fuera en ello. Absortos de cualquier realidad que no sea la de ellos mismos. Sigo observándome. Como si no perteneciera a ninguna realidad. Como si la vida transcurriera y no pintara nada. Como si no me dejaran pertenecer a ella. Los segundos del semáforo transcurren.
Qué rápido se nos va el tiempo...


Verde. Sigo estática, visualizando el ganado que pasa por ambos lados. Como borregos enjaulados. Como ratones de laboratorio siguiendo un mismo y único sentido en el camino, el que les hace llegar al éxito, a la porción de queso en recompensación por tan maravillosa proeza de haber llegado al destino solicitado. La misma porción de queso con la que les recompensan a toda esta gente. Sin ánimo de prosperar en mente, dejando a un lado los desarrollos neuronales para seguir con cautela las reglas establecidas como dictan "las altas esferas".

Rojo de nuevo. Vaya.. Tomaré un café en el mismo bar de siempre. Mi buen servidor camarero y yo ya nos conocemos, así que animosamente me da la bienvenida "¿Lo de siempre?". Se interesa por el libro que leo -quizás si supiera su contenido, probablemente no preguntaría- amable señor de pelo blanco con gafas y bonachón, demasiada realidad para cierta persona mayor.

De nuevo a esa jauría llamada vida. Cruzo ésta vez con el semáforo en verde. Deleitándome cada vez que alzo la vista con esas caras de pantomima que suele llevar la gente diariamente.
-Sonría por favor, la vida le iría mucho mejor- Mejor seguir leyendo mis letras. Mientras estoy atenta al camino que me guía a mi destino. Y en un momento dado, como si alguien me hubiera pellizcado para llamar la atención de mi cerebro tal vez, alzo la vista, casi sin querer, y veo sus ojos verdes, observándome. Mirada penetrante, consiguió que perdiera el hilo por un instante. Pasé por su lado como si el mundo se hubiese parado. O por lo menos me lo pareció. Lástima que sólo fueran sus ojos lo que consiguiera atraer mi atención como proeza. Lástima que abriera la boca al sonreír y sus dientes acecharan contra mí. Que a primera vista pudiera denotar carencia al dialogar. Lástima que su pelo largo y moreno -el cuál me agradó también- fuera lo único bonito a mi gusto de ver. Lástima... Todo no se puede tener.

Tras otro fracaso ocasionado sigo en mi mundo imaginario. Esperando que vuelva a chocarme, tal vez, con otros ojos que consigan atraer mi atención con algún tipo de atracción y provoquen alguna emoción. Tampoco pido tanto, joder, más de dos dedos de frente -¿Puede ser?- y un poco desaliñado...

"Peculiar". No es la palabra adecuada, pero es la primera palabra que me viene a la mente.

Raro para mí. Siempre.



domingo, 21 de agosto de 2011

Soundgarden - Fell On Black Days

Duerme conmigo

Debo despertar, y darme cuenta de que en realidad no somos nadie. Que caminamos como autómatas sin tan siquiera mirar las almas restantes. Cada vez es más probable que nos pinchen y no extraigan sangre, sino un fluido vacío del que solo quedan restos de sentimientos y de emociones inutilizables.

Debo despertar, y empezar a pensar que es mejor no sentir nada a sentir que el dolor te desgarra. Aprenderé a recoger mis pedazos, uniéndolos entre sí. Congelándolos. Provocando mi solidez y mi frialdad aptos para seguir esperando que así pueda, quizás, resistir algo más. Sobrellevar ésta vida de desencantos, donde existen espejismos que te hacen caer en un abismo.

Debo despertar, aprender a respirar en el anonimato. Pensar que que ando sola por la acera del desencanto. Negarme el placer del los dulces sentimientos, pero ahorrarme también de los crueles finales, el sufrimiento.

Debo despertar, abrir mis ojos y no sentir mi congelado corazón inalterable a cualquier dolor, a cualquier reacción producida por, dícese un alma caritativa, que promete darte el cielo y acaba regalándote el infierno.

Debo despertar, descubrir con horror el fin de mi propia inocencia. Contemplar una cruel realidad de enmascarados que recesan de su capacidad de ser uno mismo en ésta vida de inconcurrencias.

Debo ser fuerte y despertar, pero yo... yo quiero dormir para siempre.


Tu alma en blanco

En la oscuridad de la noche, aquella en la que muchos vivimos y de la que otros escapan, degusto un vino tinto mientras a mis oídos se les regala buena melodía, para mi alma, para mi calma. Me estiro, desarmada. En mi sofá que me abraza, como si la vida le fuera en ello, mientras mi mente dispersa en emociones diferentes evalúa mi ser existencialmente. Me observo. Me analizo. Me psicoanalizo. Que idiota he sido. Mientras yo caigo en tu olvido, tú permaneces en mí como un ser infinito. Me delimito. Me deprimo y de mis ojos brotan lágrimas, todas aquellas que han sentido. De repente mi corazón encoge sorpresivamente, negándose a sentir más dolor del que sentí nunca en mi interior. Decepción. Y llega un momento en el que me seco. Me deshidrato. Me pierdo en el anonimato de volver a ser creyente de que me hallo en la mente de alguna gente. Volví a ser imbécil enormemente. Para cuando me recuerdes estaré lejos probablemente. Mis ojos no verán los tuyos. Mi cuerpo no reconocerá tus latidos. Serás tú el que caiga en mi olvido. En el recuerdo de lo vivido. De lo sentido. Como el huno que se desvanece de mi cigarrillo. Serás un espectro más del mundo paralelo en el que muchas veces me encuentro. Un mundo habitado por almas. Almas en blanco que ganaron su anonimato al pasar por mi vida desapercibida.
Sola. Como siempre aprendí a vivirlo. Como siempre había sido y no sé por qué pensé que...

Para qué decirlo...

sábado, 13 de agosto de 2011

Adele - Set fire to the rain (Subtitulada)

Busca

Búscame, pero no vas a encontrarme
Crees saber de mí, pero no sabes ni una décima parte

Camino contando adoquines
Mientras la lluvia cubre mi cuerpo
Sensación sublime
Descalza, moja mis pies el cautiverio

Y me disipo como el humo de mi cigarrillo
Intentando encontrar lo que siempre extravío
Lo que anhela mi alma, mi corazón partío

Bebo otro trago de mi cerveza
Y alivio con encanto ésta sed amarga y espesa
Mientras camino a la deriva
Por las dunas de la melancolía

No me sigas buscando
Dame por perdida
Cuando crees que logras un hallazgo
Desaparezco en la densidad de la neblina

Acabarás largándote con empacho
Como lo hicieron otros en su día
Por no hacerse una idea
De lo que azota en mi mente infinita

Volviendo a ser siempre... una incomprendida



viernes, 12 de agosto de 2011

Colores

Dicen que nadie se cruza en tu camino por casualidad y tú no entras en la vida de nadie sin razón. ¿Lo crees también tú? Yo empiezo a pensar que tal vez sea así. Por algún motivo o varios en común, te siento hoy en mí.
Y la verdad es que me siento bien. Posiblemente como antes nunca lo logré. Puede ser... Qué se yo... Debato en mi mente razones de un corazón. Malherido. En todos los ámbitos conocidos. Y con tiritas curo heridas que poco a poco cicatrizan. Que dejan de sangrar. Que intentan sanar. Que lo consiguen dejando el tiempo pasar. Viviendo sin más. Esperando qué te deparará la vida, esa que no nos deja nunca de fascinar. De sorprender. De joder muchas veces también. Pero que más da... vivimos, que ya es mucho decirlo. Sentimos. Percibimos. Degustamos infinitos. Infinitos sentimientos por todo aquello que nos rodea en un espacio/tiempo relativo.

Cruzados, en el tiempo, caminos. Hoy disfruto de tu compañía, la que hace más llevadera ésta travesía. La que susurra a mi oído lindas melodías. Melodías que me acompañan en mi día a día dando tinta a lo que color perdía por circunstancias de la vida...


jueves, 11 de agosto de 2011

En carretera

Me gustaría huir de aquí contigo. Lejos de todo y cerca de nadie. Caminar por carretera como quién busca la esencia. Bajo el sol. Mis botas pegadas al asfalto que recorremos sin rumbo. Con sentido abstracto. Dónde ir... sólo caminar. Llegar a un punto dónde volver a empezar.

Y el sol abrasa, pero tu media sonrisa fumando y tu cabello largo dorado me dan aliento. Camino sonriendo. Carcajadas a destajo. Por idioteces y gilipolleces que nos hacen gracia cuando hablamos. Me acerco y te beso. Y con ello me llevo la alegría del momento.

Y a otro camión paramos y en vez de que nos lleve le pedimos a ver si tenemos la suerte de que tenga cerveza fría que sostenga la sed del que camina a la deriva. ¿Tabaco? Con eso hicimos el día, y así seguimos perdidos, sin rumbo fijo, caminando hacia un nuevo encanto.

Y me siento bien. Me siento feliz. Por que no me siento perdida, por que estás aquí. Por que son tus ojos los que me guían hacía un lugar, un momento de mi vida que imaginé vivir...





miércoles, 10 de agosto de 2011

Paciencia

Y ahí estoy yo. Aguantando el chaparrón. Detrás del mostrador con cara de póker pensando que no puede ser que haya gente tan difícil de mirar y aguantar en la vida. Y a medida que va escupiendo mierda por su boca sobre lo indignada que se encuentra, se atreve a arremeter sobre mi persona...

-Señora, no entiende que estoy aquí seis horas metida contra mi voluntad, que estoy en un sitio que no me gusta rodeada de gente que no va nada conmigo, que me pagan cuatro duros de mierda habiéndome prometido un sueldo decente y que no me queda otra (por el momento) que aguantar aquí desperdiciando horas de mi día a día... No, no le puedo cambiar la prenda por otra cosa o devolverle el dinero por que no tiene usted el ticket, es muuuuuyyyyyyy fácil, no hay ticket, no hay operación cambio, ni operación devolución. Dos más dos cuatro. ¿Recuerda?, en el colegio... Claro que debe de hacer mucho tiempo! Y usted no es de las que debe ejercitar su mente regularmente... Pero, debe de haber ido a un señor colegio de pago, ¿no? No creo que se haya permitido menos viendo su fachada de pija burguesa y la ostentidad que derrocha a su paso, (aunque la visita a las tiendas donde puede usted comprar una camiseta a 12,95E es muy sospechosa....). Ceeerca. Leeeejos. ¿Tampoco veía Barrio Sésamo con sus hijas? Vaya, además, madre precaria... -

Llega un momento dentro de ti mismo en el que tu cabeza hace un "clic", y tu cerebro ya no está dispuesto a aguantar ciertas cosas... Las malas miradas, ya sean de menosprecio o de prepotencia, pasan, (por que la verdad a mí me dan bastante igual), y los insultos y quejas sobre la empresa... más de lo mismo, no es mía, yo sólo estoy esclavizada por ellos... Pero ya que se metan en terreno personal... me toca un poco la moral. Así que mientras sigue escupiendo por esa boca, pego un salto con triple mortal por encima del mostrador, me sitúo justo detrás de su espalda pegada a tan asqueroso cuerpo y con mis manos le acaricio sutílmente la mandíbula ejecutando así un giro de 180º rápido y seco hacia la derecha. Se escucha un sinfónico "crack" para mis oídos, que no viene a ser otra cosa que la rotura de los huesos de su cuello, y me deleito en el placer de ver cómo cae al suelo... sin más... ¡SILENCIO! Con lo que me gusta a mí el silencio... Lo echaba tanto de menos hace ya como media hora...

En fin, tengo que aguantar que ésta anormal que no sabe sumar dos más dos despotrique sobre todo Dios (p.e) por que no le pueda devolver 5,99E a su cuenta...

Creo que cada vez tengo menos paciencia...




domingo, 7 de agosto de 2011

Optimismo

"La esperanza es lo último que se pierde"."Ten fe". ¿Dónde van a parar todas y cada una de éstas frases hechas a consciencia, o no, para "intentar" subir algo la moral de alguien con los ánimos caídos? En saco roto. Sobretodo la de "ten fe". ¿Fe? ¿En qué? Podríamos debatir largo y tendido sobre la palabra "fe", sobretodo a lo que hace referencia... Sobretodo a eso...

¿Realmente si se tiene fe se curan las heridas? ¿Los dolores? ¿Los muertos resucitan? ¿Si tengo fe dejaré de necesitar la maría que hace evadirme en mi día a día de éste mundo donde mires donde mires todo es surrealista? Se supone que tengo que tener fe en "alguien" o en "algo" extrasensorial que... ¿Me ayudará? ¿Porque está ahí para ayudarnos y "guiarnos"? (guiarnos... esa ha sido buena...) ¿Quién me guía cuando estoy perdida? Quizás es que como nunca fui creyente y por lo tanto me negué a asistir a todos y cada uno de los rituales exigentes para llevar un vida "libre de pecado" pues no me dieron la palabra mágica para comunicarme y pedir ayuda... ¿Pides número? ¿O cómo va ésto? Por que si se supone que tiene en cuenta todas y cada una de las peticiones que tenemos todos... Somos muchos... ¿Quién me asegura a mí que me ha escuchado? Digno de debatir...

Y si no, existen esos lugares, donde se congregan todos los "creyentes" a rezar y a tener fe. Allí donde uno va y se supone que siente cierto bienestar por entrar, donde hay un señor con sotana y te bendice "In nomine Patris, Et filii, et Spiritus Sancti. Amen", (eso el que se hace el "interesante" diciendo 4 palabras en latín, pero la gran mayoría le basta y sobra con decírtelo en la lengua común). Claro, a éstos personajes se les pasan muchas cosas por alto... Ciertamente se les perdonan actos, curiosamente, que ellos mismos predican evitar...
Eso es algo que me hace perder la fe en la palabra fe. Si se supone que representan a esa incógnita extrasensorial de la que hablábamos, y dicho sea de paso, éste tiene unos mandamientos a los cuales "nos" debemos acatar... ¿Qué hace un cura dándole por culo sin condón a una monja cada noche en sus aposentos? Cogiéndola de los "hábitos" mientras ésta le come la polla y le repite una y otra vez entre dientes apretados "sí... sí". Menuda panda de hipócritas que están echos todos. Sumándoles a ellos todos los que se congregan a rezar domingo tras domingo, aparentando ser o hacer algo que ¡ni de coña! hace nadie...

La palabra fe pierde credibilidad. Y aunque dejemos a un lado toda la parafernalia que éstos antros representan, si sólo nos fijáramos en lo "extrasensorial"... prefiero pensar que venimos del mono (que todavía quedan muchas y muchos por ahí danzando, y que podemos dudar de su esperada evolución, que pueden dan constancia de ello ). Así que prefiero quedarme, como lo he echo toda la vida, con la teoría de la evolución y la transmisión de los caracteres adquiridos como origen de ésta.

Así que prescindiendo de la palabra fe, y de la palabra esperanza, ya que es otra de las tres virtudes teologales, juntamente con la de caridad... me quedo indudablemente con la palabra optimismo.

Como valor, es la idea del ser humano de siempre tener lo mejor y conseguirlo de igual manera, a pesar de lo difícil de algunas situaciones siempre encontrar el lado bueno y obtener los mejores resultados. Desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el optimismo es una actitud que impide caer en la apatía, la desaparición o la depresión frente a las adversidades.


- ¡Una de optimismo en vena!
- ¡Oído cocina!


jueves, 4 de agosto de 2011

En mi interior

- ¡Pueden ayudadme! ¿!Puede alguien ayudadme por favor!? ¡Por favor!

Nadie me escucha. Grito desde mi interior con la boca cerrada, pero nadie me escucha. Es inútil. Ni siquiera perciben mi decadente existencia. ¿Cómo me van a escuchar gritar? ¿Cómo me van a oír pidiendo ayuda? Mi alma grita a oscuras. Y mi corazón amenaza con dejar de latir si nadie acude a mí, en mi ayuda.
Sentada al lado de la ventana. Viendo pasar la gente como quien observa hormigas insignificantemente. El aire acaricia mi piel, de ojos cerrados e inclinación hacia arriba, logro sentirme viva por unos minutos. Abro los ojos poco a poco. Inhalo de mi cigarro, dejo entrar el humo en mis pulmones incapacitados. Maltratados. Pero la sensación de bienestar bien merece la oportunidad de sentirme algo bien en ciertos momentos. Aunque luego repercuten mis actos...

Me siento cansada. Una rara sensación de opresión hace sentirme aplastada. Desubicada. No encuentro el punto exacto en el momento exacto hace demasiado tiempo y no sé dónde empezar a buscarlo. Perdí el norte hace tanto...

Intento buscar una referencia clara. Y entonces pienso en ti. Tú que me das esa sensación de bienestar cada vez que sé de ti. Ojalá pudiera dejar de imaginar y sentirte cerca de mí. Difícil es el sentir. Difícil determinar en qué situación me encuentro en ésta, mi soledad. Difícil manipular sentimientos caídos en saco roto, sin más. Cierto dolor y sufrimiento crea el sentimiento de vacío que dejas en mis adentros cuando tus besos caen en el recuerdo. Recuerdo casi imaginario por otra parte.

¿Vendrás a por mí? ¿Vendrás a ayudarme?

Creo que seguiré en el intento de imaginar que hoy te tengo. Mañana no sé qué pasará, y al siguiente, ya se verá...

Sólo que algún día es pobable que ya no piense en ti. Y que cuando vengas a rescatarme ya no esté aquí...
¿Quieres pensar en mí y venir a rescatarme?



miércoles, 3 de agosto de 2011

Proxima Estación

Fotogramas


Miras hacia atrás. Recorres tu vida fotograma a fotograma y recuerdas con nostalgia. Como si lo que has vivido ya hubiese sido lo mejor que te ha pasado. Recorres tu mente en el tiempo como si fuera una gravación en 8 mm. Sólo ves risas. Los malos momentos se han quedado en el anonimato de por vida. Jugando con tus abuelos en la orilla, comiéndote la merienda (pan con azúcar y mantequilla). Tu primer beso. Las trastadas con los amigos. Las cogorzas pilladas cenando tranquilos, tocando la guitarra. Los libros. La música, esa sensación de evasión al sentir perder la razón. Hacer el amor. Sentir un escalofrío por mi cuerpo cuando sientes determinada sensación. Piensas, ¿Y ahora qué? A partir de ahora... ¿Qué...? Pues a partir de ahora soñaré lo que quizás no viva en un futuro incierto. Intentaré vivir el momento degustando lo que hoy siento. Me perderé en la idea de que todo quedó en un intento, y que fue bonito en determinados momentos. Me reiré. Gritaré. Saltaré. Cantaré. Tocaré. Me hundiré en el mar experimentando esa sensación de purificación en mi cuerpo. Escribiré. Haré el amor como nunca lo he echo. Lloraré. Vibraré. Me quedaré inmóbil sintiendo el viento. Abrazaré como si fuera siempre el último momento. Fumaré. Beberé. Me emborracharé. Diré "te quiero" como si fuera ése preciso instante el último momento. Como si el recuerdo que me lleve curara todo dolor en mi corazón, por la partida, por el adiós.

Fue bonito mientras duró..

lunes, 1 de agosto de 2011

- ¿Puedo disparar ya?.....................

- Pues sí, le quedará bien...
- ¿Verdad? Ya decía yo.....

Y sigo pensando que mejor debería de poner una bomba en el centro comercial para que mañana recibiera una llamada de mi encargada que me dijera;

- Han volado el centro comercial. No hace falta que vengas a trabajar hoy...

Mientras tanto sigo pensando que mi porvenir aún está por venir... Y que me espera un mundo mejor donde pasar las horas muertas de una jornada de trabajo establecida como indefinida.



Cuando sabes que no perteneces a un lugar, con el paso de los días te das cuenta que poco a poco agonizas en tu estado de ánimo con tan clara sensación tomada que es dañino para tu salud saber que, por circunstancias de la vida, éso es lo que te toca vivir y éso es lo que te toca aguantar... No hay más. Almenos de momento...

Y es que observas a tu alrededor y parece que no eres de éste mundo, que todo cuanto te rodea es un absurdo y no dejas de pensar que tienes que escapar, sea como sea. Que no te puedes limitar a vivir en cierta decadencia en sesera. Entonces es cuando aparece el miedo y piensas que puede existir la posibilidad de que te contagies... Pero sabemos cómo eres tú, así que poca cosa logrará ése virus en transformarte.

Lo peor es entrar en "modo desesperación". Todo cuanto te rodea pierde definición, agoniza tu dolor al sentir que tú no perteneces allí. Que no quieres seguir aguantando lo inaguantable para tí. Pero... la vida es así, por lo tanto no existe razón por la que meditar y pensar en no matar a nadie quizás... Nos toca tragar y volver a sentir que es lo que hoy en día nos ha tocado vivir.

Y entonces me atrinchero. Me meto detrás del mostrador con el tobillo haciendo fuerza y poder empuñar el arma con más o menos decadencia. Sujeto mi ametralladora, cuadro visor y alguien suelta;

-¿Alguien me cobra?
-Sí, yo misma. Buenos días señora.
- ¿Tenéis otra talla igual? Es que no habían más..
- Se lo hago mirar enseguida.
- ¿Y no me puedes rebajar ésta que mira, se tiene que coser éste punto...
- No puedo señora no lo hacemos, la retiro si tiene un punto salido.
- No, da igual. Ya me la quedo y lo arreglo en casa...
- Como quiera...
- ¿Me quedará bien éste pantalón con una camisa que tengo en casa azul con unas flores amarillas y naranjas?

- ..................................... ¿Realmente cree usted que me importa si le quedará bien el puto pantalón tejano azul (que pega con cualquier cosa) con su horterada de camisa azul con flores amarillas y naranjas?

- Sí, una que teníais ahí puestas que estaban en color azul, rosa y blanco...

- .......................................


Datos personales